lunes, 5 de octubre de 2020

 Y yo más

Un día, después de que su madre le regañe, E. se enrabieta y le dice "¿Pues sabes qué te digo? ¡Que soy más rubia que tú!"

"Y también soy más guapa" añade después.

 Tacones y cañas

Como a todos los niños, a E. le encanta ponerse la ropa de los mayores. Un día se pone unas botas de su madre y se mira el espejo, apoyando la mano en la cintura: "Mamá, ¿estos tacones son para ir a tomar una caña?"

 Pelo liso

En medio de tanto aburrimiento por estar confinadas hace semanas, L. le alisa el pelo a E. Le gusta tanto la transformación que, al irse a la cama dice "Voy a dormir sentada para que el cabello no se me estropee"

 Saliendo por primera vez

Cuando al fin dejan salir a la calle, L. y E. se preparan para dar un paseo. L: "Nos pintamos los labios, ¿no?". E: "Mamá, que tampoco vamos a una fiesta"

domingo, 27 de septiembre de 2020

Fan de los helados

Durante el confinamiento, E. se levantó en medio de la noche para preguntarle a su madre "Mamá, cuando se vaya el coronavirus, ¿podremos ir a tomar un helado?"

"¿Sabes que sería guaysísimo? Tomar un helado con luces de colores"

Ya en vacaciones, íbamos cada noche a una heladería estupenda que había cerca de la casa que habíamos alquilado. Desde el primer momento, no hubo ninguna duda: había helado de UNICORNIO. "¿A qué sabe, E.?" Sin dudarlo un instante "A princesa".

martes, 28 de julio de 2020

Juego de palabras


Un día, la abuela prepara un zumo para merendar. Pero no lo cuela.

E: "Este zumo tiene vulva"

Jugando al Memory


A mi sobrina (4 años) le encanta jugar al Memory.
Siempre que viene a casa me pide echar unas partidas.
Tiene buena memoria y, si está atenta (a veces está a por uvas), me panea.
Le molesta mucho perder, y cada vez que gana dice "¡¡voy ganando!!"
Un día, tras levantar dos fichas con el mismo dibujo, me dice "asúmelo, tengo talento"

Buenas noches


De vacaciones, en un pueblín de Murcia, L. da las buenas noches a toda la familia desde la cama:

- Buenas noches, J., que sueñes con ranas.
- Buenas noches, E., que sueñes con unicornios y princesas.
- Buenas noches, R., que sueñes con vías de escalada.
- Buenas noches, J., que sueñes con piedras y rocas.
- Buenas noches, mamá, que sueñes con cosas de economía.

lunes, 25 de mayo de 2020

Cuarentena (V): nuevo vocabulario


Coronavirus, COVID-19 (el o la, según el día), SARS-Cov-2

PCR

Mascarillas FPP2 y FPP3

Policías de balcón

Nueva normalidad

Coronabonos

Avex

Zoom, Hangout, Teams...

miércoles, 15 de abril de 2020

Cuarentena (IV)



Desde hace unos pocos días escucho declaraciones de las autoridades sanitarias y de algunos responsables políticos, y también leo algunos artículos en la prensa, en los que después de un mes -¡un mes!- de confinamiento, empiezan -¡empiezan!- a plantearse las posibles secuelas psicológicas del encierro entre la población infantil -¡solo la infantil!-.

Alucino.

Porque en el nombre de la salud pública y de la salud de cada uno de nosotros, nos han limitado drásticamente algunos de nuestros derechos y libertades fundamentales. 

Y aunque en un principio la medida nos pareció necesaria y obligada, hemos llegado a un punto en el que, me parece, no cabe otra cosa que apelar a la responsabilidad ciudadana para mantener las medidas de distanciamiento social pero sin limitar la libertad de movimientos.

Lo que está ocurriendo es muy grave en todos los sentidos. Pero no nos olvidemos del lado jurídico del asunto, porque es la hostia.

lunes, 30 de marzo de 2020

Cuarentena (III)


Cada día, por la tarde, nos saltamos un poquito las normas, para ver qué tal está G. 

Nos ponemos mascarillas y no tocamos absolutamente nada de su casa, por si acaso. Nos plantamos de pie, en medio del salón, y charlamos un poco. L. le manda besos y abrazos en la distancia (el otro día le dijo "cuando esto se acabe, te voy a comer a besos"). 

Como siempre, G. se mantiene entretenida sin necesidad de quemar la TV. 

Está cosiendo gorros y mascarillas para el personal no sanitario que está trabajando en IFEMA, donde se ha montado un hospital de campaña para hacer frente al aluvión de enfermos que ya no caben en los hospitales de Madrid. 

Hoy estaba enfadada, porque en el chat de voluntarias que cosen gorros y mascarillas alguien ha mandado un vídeo ofensivo, con consignas medio fascistas. Lo entiendo perfectamente, porque a mí la mitad de las cosas que me mandan por WhatsApp y que veo en Facebook me dan ganas de invadir Polonia. 

Pero está bien. De salud física, quiero decir. De la otra, está como yo, como un gato enjaulado. 

Ya nos queda menos.

lunes, 23 de marzo de 2020

Cuarentena (II)


Cada día salimos a la ventana, a las 8 de la tarde, a aplaudir. 

La convocatoria inicial era para agradecer a todo el personal vinculado al sector sanitario el enorme esfuerzo que están haciendo para luchar contra el virus. 

A medida que avanzan los días, la impresión es que aplaudimos a nuestros vecinos, por quedarse en casa, y nos aplaudimos a nosotros mismos, por aguantar el confinamiento. Nos jaleamos, algunos ponen "Resistiré" a todo trapo, y luego volvemos a cerrar las ventanas y pensamos "un día más sanos".

La preocupación es enorme. He decidido no ver el telediario, porque se me hace insoportable. También he decidido no hablar con algunas personas que, lejos de tratar de transmitir serenidad, solo me generan alarma. Y me he propuesto no alarmar a los demás cuando hablo con ellos.

Un día más sanos.


jueves, 19 de marzo de 2020

Cuarentena


Desde hace 9 días, los colegios y universidades de Madrid están cerrados. Desde hace 6 días, está vigente el estado de alarma decretado por el gobierno y no podemos salir a la calle salvo para comprar alimentos o medicinas. 

Un virus nuevo, muy contagioso y potencialmente peligroso para las personas con problemas respiratorios, ha provocado la mayor crisis sanitaria, y probablemente económica, que hemos vivido hasta ahora las personas de mi generación (y las más jóvenes).

Por ahí se dice que esto es lo más parecido a una guerra que nos va a tocar vivir. Como no tenemos bola de cristal, no sabemos si será verdad, pero lo cierto es que de la sensación de irrealidad de los primeros días -durante los cuales nos tomábamos las normas un poco a nuestro gusto-, hemos pasado a la estupefacción y al miedo a golpe de titulares. Bueno, y de WhatsApp. Llegan cientos de mensajes cada día. Muchos humorísticos, que nos ayudan a relajarnos por unos segundos. Otros informativos, contando la cantidad de gente infectada que hay en los hospitales madrileños -que están saturados-, la cantidad de gente que muere -muchas personas mayores con sistemas inmunológicos debilitados, pero también otros más jóvenes y sanos- y la cantidad de recursos que los gobiernos van a tener que poner sobre la mesa para compensar la brutal caída de la actividad económica que está provocando el cierre de toda la actividad comercial.

Encontrar papel higiénico es difícil. Y arroz. Y zanahorias. Pero de momento tenemos de todo y estamos tranquilos en casa. 

Hoy hemos tenido que salir al ortodoncista porque a L. le había salido un objeto no identificado en la encía, junto a los brackets. La carretera estaba vacía. Las calles de Madrid estaban vacías. Hay muchos autobuses, porque el transporte público sigue funcionando para permitir desplazarse a las personas que siguen trabajando. Pero iban todos vacíos, sin excepción.  

Miramos de reojo, sin querer darle aún la importancia que tiene, a las noticias que llegan de China y EEUU, donde parece que están comenzando los ensayos clínicos de una vacuna. Mientras tanto, vamos perdiendo la cuenta de los lavaplatos que hemos puesto ya. 


lunes, 2 de marzo de 2020


¿Te lo digo en chino?



J. está harto de que su hermana le moleste mientras juega a Playmobil. Le pide que se aparte,  pero ella persiste. Al final, aburrido, le dice "E., ¿te lo digo en chino?¿o en Hawaii?"

Dibujando princesas


Ayer pasamos buena parte de la tarde dibujando. Extrañamente, no pintamos ningún unicornio. El tema del día fueron  las princesas. Las de Frozen, para ser más exactos.

A: "¿Qué tiene Elsa?"  
E (4 años): "Una cabeza". Y la pinta.
A: "¿Y qué más?", señalando la trenza.
E: "La coleta"
A: "¿Y qué más?", señalando el vestido y el cuerpo.
E: "Las tetinjis"

Dublín es Madrid en inglés


Varias veces he estado cerca de meterme en un avión que no era el mío. Una de ellas, ya en el autobús que nos llevaba hasta el avión que debía llevarme desde Milán a Madrid, comencé a escuchar "¿Ana Herrero?, ¿Ana Herrero?". Como no concebía que me llamasen a mí, pensé que era tan egocéntrica que escuchaba mi nombre en medio de un aeropuerto de otro país. Resultó que no tanto: me buscaban porque había pasado un counter que no era el del vuelo que debía llevarme a Madrid, sino otro diferente.

Otra vez me pasó algo parecido, aunque no llegué a recorrer todo el finger hasta el avión, cuando trataba de volver a Madrid desde Barcelona.

La última ocasión tuvo lugar cuando L. (con 6 años más o menos) y yo volvíamos de Luton a Madrid, después de ver a unos amigos que viven por allí. Llevábamos un buen rato en la cola infernal de Easyjet, cuando L. me preguntó "Mamá, ¿Dublín es Madrid en inglés?". Para Dublín que nos íbamos. Y yo convencida de que en la pantalla ponía "Madrid".

viernes, 21 de febrero de 2020

El pan nuestro de cada día


L: "Ayyyyy, E., ¿cómo puedes tener ese culillo?
E: "Mamá, son dos círculos con una raja"

La Prehistoria, a los 4 años


E: "Los hombres prehistóricos vivían en Majadahonda de piedra. Esa época se llamaba christmas"
A: " ¿Y cómo se llamaban los hombres prehistóricos?"
E: "Baltasar y Christmas. Vivían en tiendas. Una morada, una azul y otra negra".

lunes, 13 de enero de 2020

Robot

Durante la cena de Nochevieja, A. empieza a hablar marcando las sílabas, como si fuese un robot.

Cuando E. le pide que pare, A. continúa silabeando, hasta que acaba agobiándose y le dice "¡¡Habla como nosotros!!. ¡¡Con la cabeza!!"

Colores


A J. (6 años) le duele la cabeza desde hace meses. Tras varias pruebas, el neurólogo le pregunta "¿de qué color tiene el pelo tu madre?". "Mi madre es rubia". Juego, set y partido.

Recuperación rápida


A E. le han tenido que poner 4 grapas en la cabeza porque saltando en su cama se ha dado un golpe contra el cabecero. Viene compungida del médico. A las dos horas: "Ya no me duele. Ya me puedes quitar las grapas".

Amor


E.: "Aldo, Aldito, estoy enamorada de tí"

Diminutivos en el súper


E., en el baño del supermercado: "Mamita, vete fuerita y si viene alguien le dices que está mi hijita haciendo caquitas".

Deporte

E. ha empezado hoy sus clases de patinaje. 

"Este deporte me encanta porque esta casa donde se hace el deporte es grandísima"

Parece que le han gustado.